viernes, 14 de agosto de 2009

Prevención médica primaria

Autor: Dr. Lázaro Antonio Ochoa Urdangarain.
Especialista en Medicina Física y Rehabilitación.


El médico en la atención primaria tiene un solo objetivo; prevenir todo género de enfermedades.

Recordemos que al padecer el sarampión; éste puede ocasionar las siguientes complicaciones:

  • bronconeumonía;

  • meningoencefalitis;

  • activar una apendicitis aguda;

  • activar un foco tuberculoso;

  • padecer la otitis aguda;

  • sufrir una nefritis;

  • o, la muerte.

Hasta ahora, los beneficios de la vacuna contra el sarampión en términos de prevención, discapacidad y muerte ha sido bien documentada.

Vacunaciones en el infante.

La prevención de las enfermedades en todo infante debe comenzar por la aplicación de vacunas (es un preparado de antígenos que una vez dentro del organismo provoca una respuesta de ataque, denominada anticuerpo).

  • Vacuna B.C.G. (Bacilo Calmette-Guerin): protege contra la tuberculosis.

    La edad recomendada: ante de 1 mes de nacido. Su reactivación a los 10 años.

  • Vacuna triple (DTP): es una mezcla de tres vacunas que inmunizan contra la difteria (Bordetella pertussis); la tos ferina y el tétanos.

    La edad recomendada: entre los 3 meses de edad a los 2 años de nacido.

    Número de dosis: 3 por año.

    Reactivar a los 2 años.

  • Vacuna contra el sarampión (SPRV): protege contra el sarampión, parotiditis, rubéola y varicela.

    La edad recomendada entre los 9 y 12 meses de edad.

    Una sola dosis.

  • Vacuna antipolio (vacuna Sabin u OPV): protege contra la poliomielitis.

    Edad recomendadad en menor de 4 anos.

    Dosis: dos gotas via oral. Reactivar a los 9 años.

    La vacuna empleada en Estados Unidos es la IPV o Salk; ya que se descontinuó el uso de la OPV o Sabin en el 2000.

    En el 2002, salió al mercado Pediarix, una vacuna pentavalente que contiene cinco componentes, es decir la vacuna contra difteria, tétanos, tos ferina pertussis, hepatitis B y poliomielitis.

  • Vacuna Antitifoidea: la fiebre tifoidea o fiebre entérica es una enfermedad infecciosa producida por Salmonella typhi (bacilo de Eberth), o Salmonella paratyphi A, B o C. Protege contra la fiebre tifoidea.

    Edad recomendable de 9 a 10 años.

    Dos dosis. Reactivación de 13 a 15 años.

Un ser humano necesita del cuidado familiar por más de 20 años, para que logre su independencia total.

Si prevenimos su status físico durante su desarrollo; habremos garantizado su supervivencia.

Este documento informativo está basado en la experiencia médica cubana.

lunes, 10 de agosto de 2009

Paraplejia

Autor: Dr Lázaro Antonio Ochoa Urdangarain.
Especialista en Medicina Fisica y Rehabilitacion.


Un conjunto de síntomas y signos correspondientes a la parálisis de los miembros inferiores, es conocida como paraplejía.

Las causas son múltiples. Lesiones a nivel del segment medular T-1 son frecuentes.

Esta información se refiere a ese nivel de lesión.

1.-Periodo de recuperación favorable . (de 2 a 3 meses posterior a la lesión).

En este periodo y en concordancia con la lesión sufrida, el paciente debe presentar una recuperación progresiva, casi siempre con pocas secuelas. El proceso de rehabilitación debe comenzar desde el momento que se sufre la lesión. Se presenta un paraplejia fláccida, con reflejos osteotendinosos abolidos. Puede haber incontinencia urinaria y constipación.

2.-Periodo de recuperación desfavorable.

Presenta tres fases de evolución.

a) Fase de shock espinal.
La paraplejia es fláccida; los reflejos están abolidos; hay trastornos de la micción por rebosamiento y de la defecación; lo cual depende de la intensidad de la lesión. (tiempo 6 a 7 semanas).

b) Fase de actitud refleja en flexión.
Hay aumento del tono muscular (espasticidad muscular a predominio de músculos flexores y aductores de las caderas) e hiperreflexia osteotendinosa. Existe disfunción vesical neurogénica espástica. Las articulaciones de los miembros inferiores están en tripleflexión. Pérdida de la autoestima. El paciente se torna agresivo.

c) Fase de actitud refleja en extensión.
El tono muscular adquiere su más alto grado de espasticidad en los músculos extensores sobre los flexores, lo cual facilita la bipedestación del paciente. Se mantienen los trastornos de la micción y la defecación.

Complicaciones asociadas: anquilosis articular, miositis osificante, úlcera por presión, síndrome depresivo ansioso, agresividad, perdida de la autoestima, frustración, etc.

El dolor facial atipico en la paralisis facial periferica.

Autor: Dr Lázaro Antonio Ochoa Urdangarain.
Especialista en Medicina Fisica y Rehabilitacion.


Muchos pacientes con parálisis facial periférica refieren dolor facial en la hemicara afectada, este síntoma es un desafio para cualquier médico.

El dolor facial es producido por puntos energéticos situados en la hemicara del paciente; muchos de ellos relacionado con el meridiano estómago de la acupuntura, y que al entrelazarse generan la distribución de la energía en la cara.

Los pacientes no pueden tocarse, lavarse o aplicar la misma sobre una superficie. La intensidad del dolor varía, desde moderado a severo. Cuando realizamos el exámen físico de este paciente se debe descartar si existe una causa que lo produzca o no.

Para ello es necesario evaluar: el conducto auditivo; la articulación tempora maxilar; las arcadas dentarias (caries); y el examen del V par cranial (trigémino).

Si no encontramos la causa, entonces el dolor es no clasificable o atípico. La resolución del mismo es fácil; luego de encontrar los puntos causantes del dolor con el pulpejo del dedo índice, utilizamos un agente físico, como las corrientes de baja frecuencia (diadinámicas), en cada punto detectado y con un electrodo en forma de puntero aplicamos dicha corriente con una intensidad de 0,5 mA hasta que el dolor desaparece. (se puede aplicar hasta dos sesiones si es necesario).

Otro agente físico a utilizar es el hielo, lo cual se realiza de la misma forma. Se plantea que la presencia de dolor facial atípico en los pacientes con parálisis facial periférica señala un mal pronóstico de recuperación; por lo tanto se debe ser muy exhaustive durante el examen físico de estos pacientes.